jueves, 7 de agosto de 2008

Identidades juveniles en el siglo XX

Dice un historiador que los hombres y mujeres se parecen más a su tiempo que a sus padres. Esto es cierto al referirse a la cultura propia que rodea a las diferentes generaciones, a su forma de pensar, a pesar de la influencia de la tradición por permanecer y repetir circunstancias, a su facilidad para adaptarse a las novedades tecnológicas y de todo tipo.

Como grupo social, los jóvenes que han sido a lo largo del siglo XX, se han distinguido de sus contemporáneos de otras edades al conformar identidades específicas, bien permeadas por el contexto de diferentes épocas. Por ejemplo, el uso del celular es una característica identificable de los jóvenes de fines de ese siglo, que no utilizaron los que eran jóvenes en 1950.

La conformación de identidades juveniles es un fenómeno social que ocurre principalmente en los espacios urbanos, aunque en nuestro presente, con la influencia que permiten y obligan los medios de comunicación (masiva y los otros) son pocas las poblaciones en las que la juventud no se incorpora a la propia cultura de su tiempo. Esa cultura (o contracultura en algunos casos) se expresa en ciertas modas, gustos particulares por una cierta música, frases, gestos o caló particulares, modos de pensar ante temas políticos y filosóficos... en fin, una serie de características que permiten identificar a diferentes grupos a lo largo de las décadas.

Así, podríamos comenzar nuestro recuento al mencionar a los pachucos, jóvenes de origen latino (principalmente mexicanos) avecindados en Estados Unidos, que proliferaron en la década de los 40.










Para la década de los 50, como expresión de los fanáticos de los primeros años del rock and roll, aparece una nueva generación de jóvenes identificada como los "rebeldes sin causa".






Para los años 60, los hippies y los movimientos estudiantiles en todo el mundo identifican a los jóvenes que reclamaban amor y paz, quienes se expresaban contra una guerra específica.
En los 70, una identidad agresiva y contestataria se manifiesta en la creación de la contracultura punk,
identificada con la ideología anarquista.



Para los 80, la imposición de una economía neoliberal en los países más avanzados daría origen a aspiraciones de enriquecimiento en algunos jóvenes conocidos como "yupies", mientas que proliferaban otros grupos contraculturales, como los dark y pandillas de los suburbios citadinos.

Para la última década del siglo, los jóvenes se enfrentan a la caída rotunda del mundo socialista y al arranque de la globalización, al tiempo que aparecen movimientos "altermundistas" en que participan mayoritariamente jóvenes.

Para comienzos del siglo XXI...